En busca de fondos para respaldar programas

Por Roger Fillion
Una mañana de septiembre, Bernard Hynes sintió gran emoción tras abrir la puerta de su dormitorio y ver el estado del apartamento en donde vive, en la ciudad de Denver. La sala de estar y la cocina estaban limpias. Poco antes, eran un desastre. La enfermedad le había impedido a Hynes, de 67 años, poner su vivienda en orden.

“Me sentí como un niño que se levanta en la mañana de Navidad. Fue tan lindo”, manifestó Hynes, quien había renunciado a un trabajo a tiempo parcial a causa de la enfermedad. “Fue como un aliciente en mi vida; me sentí renovado”.

El apartamento de Hynes estaba limpio gracias a los buenos oficios del Seniors’ Resource Center (Centro de Recursos para Adultos Mayores), una entidad sin fines de lucro de Denver que ofrece programas de apoyo para la vejez. Entre los servicios gratuitos que brinda, podemos citar: limpieza de la vivienda a fondo, transporte, reparaciones menores del hogar y cuidados domiciliarios.

El servicio de limpieza y los demás servicios se pagan por medio de subsidios, entre los que se incluyen muchos previstos por la Older Coloradans Act (Ley de Adultos Mayores de Colorado).

Las estadísticas indican que la población de adultos mayores de Colorado se incrementará en los próximos quince años, un tema que AARP Colorado espera que los legisladores del estado aborden cuando se inauguren las sesiones del 2015, el 7 de enero próximo. Entre las prioridades se incluyen las siguientes:

• Creación de un grupo de estudio integrado por expertos y ciudadanos que podría identificar y analizar el impacto del rápido crecimiento de la población de adultos mayores en Colorado, y recomendar acciones en respuesta.
• Incremento de la asignación de fondos anuales en virtud de la Older Coloradans Act, de $10 millones a $14 millones.
• Establecimiento de un grupo de tareas legislativo que realice recomendaciones tendientes a aumentar la cantidad de trabajadores activos de Colorado que se encuentren inscritos en planes de jubilación. Un proyecto de ley sobre este tema no logró prosperar en la sesión del 2014.

Un enorme cambio demográfico
El grupo de estudio sobre el envejecimientode la población local encabeza la lista de deseos de AARP Colorado. Según Bob Semro, analista político del Bell Policy Center, un comité sin fines de lucro integrado por expertos progresistas de Denver, la población mayor de 65 años de Colorado, que hoy asciende a 685,000, prácticamente se duplicará, superando los 1.2 millones para el año 2030. “Se trata de un cambio demográfico sin precedentes en la historia”, afirmó.

Quienes promueven la idea del establecimiento de un grupo de estudio predicen que la población de adultos mayores impondrá demandas sin precedentes para la economía del estado, el presupuesto estatal y los presupuestos municipales, la vivienda, el transporte, la recaudación impositiva, Medicaid y otras áreas.

“Debería ser una prioridad para la gente. Sin embargo, no lo es”, dijo Kelli Fritts, directora asociada de Defensa de Derechos en AARP Colorado.

El panel investigaría y analizaría una serie de temas derivados de este cambio demográfico y sugeriría formas de respuesta efectiva por parte del Gobierno, las empresas, las entidades sin fines de lucro y el público.

“Tomará mucho tiempo resolver estos problemas”, aseguró Semro.
Rich Mauro, analista político y legislativo sénior del Denver Regional Council of Governments (Consejo Regional de Gobiernos de Denver), una agencia que funciona con fondos públicos, comentó que el gran impacto de la población adulta mayor ha sido, en cierta manera, “una cuestión secundaria” para los legisladores del estado. “Resulta difícil predecir el resultado. Pero somos optimistas y creemos que reconocerán la importancia de materializar esta idea”, aseguró respecto del grupo de estudio.

En lo que concierne a la Older Coloradans Act, AARP Colorado afirma que existe la necesidad de disponer de más fondos para hacer frente a la creciente población de adultos mayores del estado.

“Nunca se han asignado fondos para lo que realmente se necesita”, manifestó Fritts, en relación con la ley.

Si la Asamblea General incrementa la asignación de fondos a $14 millones, además de los $7 millones del fondo general destinados a algunos servicios para la tercera edad, ello incrementaría el gasto total en dichos servicios a $21 millones.

Pero Fritts afirmó que los fondos deberían superar los $40 millones para abordar las necesidades insatisfechas.

El dinero también ayudaría a mantener la clase de servicios que Bernard Hynes podría usar. Por ejemplo, él no posee un automóvil y debe ir en bicicleta hasta las tiendas para hacer sus compras. Por ello, está buscando otra alternativa, en lugar de ir en bicicleta en medio de la nieve y el hielo, cargado con las bolsas llenas de víveres.

El servicio de transporte gratuito ofrecido por el Seniors’ Resource Center parecería una propuesta atrayente.

“Creo que podría llegar a usarlo”, dijo Hynes cuando le comentamos al respecto.

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