No temas. Ya llegó la ayuda con los impuestos

Por Drew Jubera

Después de jubilarse en el 2013 de su trabajo como ejecutiva de una comunidad de viviendas para adultos mayores, Mary Fakharian buscó formas de trabajar como voluntaria. Deseaba hacer algo que le permitiera trabajar con personas mayores, además de suponerle un reto mental.

Fakharian, de 62 años, residente de Brookhaven, logró realizar ambas metas al ofrecerse como voluntaria para la preparación de declaraciones de impuestos para el programa Tax-Aide, de AARP Foundation. Este servicio gratuito está disponible para todas las personas, pero está dirigido a los contribuyentes mayores y de ingresos más bajos.

"Los impuestos definitivamente pueden suponer un desafío", dice ella. "Así que desde ese punto de vista, el trabajo fue idóneo".

Acreditados por el IRS, los voluntarios del programa Tax-Aide ayudaron a los residentes de Georgia a presentar 40,000 declaraciones de impuestos federales este año, y además contestaron las preguntas tributarias urgentes de miles de otras personas.

Casi 900 voluntarios prestaron estos servicios en 122 sitios por todo el estado. En el país, unos 35,000 voluntarios ayudaron a otras personas con sus impuestos.

Los voluntarios afirman que el trabajo les brinda una satisfacción enorme porque saben que han ayudado a personas que no se pueden dar el lujo de pagarle a un asesor fiscal profesional o no tienen ni idea de cómo preparar sus declaraciones.

Los clientes han incluido a un joven que mantenía a su madre pero no se había dado cuenta de que podía declararla como dependiente y una mujer recién enviudada cuyo esposo siempre se había encargado de preparar sus declaraciones de impuestos.

"Cuando estás sentado junto a un contribuyente preparando su declaración de impuestos y este te dice: 'No sé cómo me las hubiera arreglado sin ti', eso definitivamente te hace sonreír", dice Bill Casement, de 75 años, coordinador estatal del programa Tax-Aide en Georgia. "Para las personas que viven con solo los ingresos del Seguro Social y una pequeña pensión, pagar $150 o $250 para preparar su declaración de impuestos representa un gasto enorme".

Siempre se necesitan voluntarios, pero Casement, de Alpharetta, dice que muchas personas tienen la idea errónea de que es necesario tener experiencia en áreas tales como la contabilidad o finanzas.

De hecho, los voluntarios son de todas las clases sociales —tienen experiencia en los campos de la educación, ingeniería, ventas al por menor y el servicio militar, por mencionar solo algunos— y se someten a una sesión de capacitación rigurosa, normalmente en diciembre o enero, para prepararse para ser acreditados por el IRS.

Los voluntarios preparadores de las declaraciones de impuestos pueden ayudar con la mayoría de los tipos de declaraciones individuales, pero no con las que incluyan ingresos en concepto de alquiler o los gastos empresariales de empleados. Todas las declaraciones se revisan por otros voluntarios para corregir cualquier error.

"Si te topas con algún problema que no sepas cómo resolver, habrá otra persona en el salón capaz de resolverlo", dice Jackie Berkelhamer, de 71 años, planificadora financiera jubilada en Atlanta. "El espíritu colegial en el salón es maravilloso".

No solo preparadores

También existe una demanda para voluntarios que no se dediquen a preparar declaraciones de impuestos.

Los facilitadores de clientes saludan a los contribuyentes a medida que llegan, evalúan sus necesidades y se cercioran de que tienen los documentos necesarios. Los coordinadores de tecnología ayudan con los problemas con las computadoras.

Los administradores se aseguran de que los sitios funcionen sin contratiempos y se mantienen al tanto de las tareas de los voluntarios. Y las personas bilingües que desempeñan cada uno de esos papeles ayudan como intérpretes para los demás voluntarios.

Barbara Thompson, de 70 años, ingeniera jubilada que enseñó matemáticas e informática en el condado Forsyth, decidió, después de terminar la capacitación, que no se sentía a gusto ayudando a preparar declaraciones de impuestos. Se convirtió en facilitadora de clientes y le encantó.

"Siento que ayudo a las personas que llegan y mantengo la calma para los demás trabajadores", dice Thompson. "Cuando me marcho, muchas veces me siento físicamente agotada y contando las semanas que quedan hasta que todo termine. Pero entonces en cuanto se termina, pienso, regresaré el año que viene".

Para conocer más sobre el programa Tax-Aide y cómo ofrecerte como voluntario, visita www.aarp.org/taxaide o llama gratis al 888-227-7669. —Drew Jubera

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