Amenazados los servicios de prestación de cuidados

Por Kelly Soderlund

Cuando John y Mary Schnell hicieron sus votos matrimoniales —“en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad"— en 1950, no tenían idea de cuán importante serían esas declaraciones en sus vidas.

Esos eran los días de salir en citas al cine y al restaurante con servicio de entrega al auto para comer hamburguesas con queso y una Coca-Cola para John y Mary, de 21 y 17 años en aquel entonces.. Pero después de casi 65 años de matrimonio, los Schnell se han convertido en la pareja que simboliza lo que significa cumplir con los votos matrimoniales.

John, quien ahora tiene 86 años, sufre de demencia corporal de Lewy, una enfermedad progresiva que lo ha dejado olvidadizo y que afecta sus movimientos y su postura. Mary, de 82 años, lo ha cuidado a tiempo completo por los pasados tres años y es quien lo baña, lo viste y lo alimenta.

John visita el Addus Evergreen Club, un centro de servicios diurnos para adultos en Springfield, donde la pareja vive actualmente, dos días a la semana durante cinco horas, lo cual le provee una oportunidad a Mary para descansar o tener tiempo para sí misma.

Una empleada de Help at Home Inc., una agencia de cuidados en el hogar, visita la casa de los Schnell dos veces a la semana durante dos horas para ayudar a Mary y llevar a la pareja de compras y a las citas médicas, ya que ninguno conduce.

"En ocasiones puede ser abrumador", dice Mary. "No importa cuán cansado estés, siempre hay algo más que necesitas hacer. Algunas noches se le confunden los días y las noches, y en muchas ocasiones no duermo casi nada.

"En ese momento, el cuidado diurno es muy útil, pues aprovecho a descansar cuando él asiste al centro".

Pero los Schnell pueden perder parte de sus ayudas si no hay un cambio en los recortes a los servicios de atención comunitaria y en los requisitos estrictos de elegibilidad que ordenó el gobernador Bruce Rauner (R).

Mary Schnell se encuentra entre los más de 1.5 millones de residentes de Illinois que fungen como cuidadores de familiares y amigos mayores y proveen servicios de cuidado sin remuneración valorados en $18.5 mil millones anuales, según el informe del Instituto de Política Pública de AARP " Valorando lo invaluable".

Los Schnell no podrían costear el cuido diurno de John ni el servicio de cuidado doméstico si no fuera por las ayudas que reciben del Programa de Atención Comunitaria del Departamento sobre el Envejecimiento de Illinois (en inglés).Este programa ayuda a las personas mayores, que de otro modo necesitarían estar en un centro para el cuidado de adultos mayores, a quedarse en casa mediante el ofrecimiento de servicios basados en el hogar y la comunidad.

40,000 pudieran perder las ayudas

El Servicio Diurno para Adultos del Programa de Atención Comunitaria provee a los cuidadores un descanso, ya que les ofrece servicios de cuidado diurno a diario en los centros que tienen en diferentes partes del estado. Los participantes pueden visitar el centro durante un par de horas al día para socializar con otras personas y llevar a cabo actividades recreativas y terapéuticas mientras se supervisa su estado de salud y sus medicamentos.

Los servicios en el hogar del Programa de Atención Comunitaria ayudan a los cuidadores con las tareas de limpieza, planificación y preparación de alimentos, lavado de ropa, compras y mandados. Los ayudantes también los asisten al momento de vestirse, bañarse y asearse, así como a llevar dietas especiales.

Cerca de 80,000 personas en Illinois utilizan estos recursos mensualmente. Pero el presupuesto que propuso Rauner para el año fiscal que termina el 30 de junio del 2016 recortaría $140 millones —casi un 20%— del Programa de Atención Comunitaria. Los defensores de los derechos dicen que eso reduciría a la mitad la cantidad de personas que reciben dichos servicios —incluso quizás los Schnell—.

Rauner también ha propuesto un tope de ingreso elegible para los clientes del Programa de Atención Comunitaria. Además, la determinación de necesidad será más estricta, algo que los críticos consideran que dejará fuera del programa a muchas personas que necesitan la ayuda.

Estas propuestas podrían modificarse si Rauner y la Asamblea General llegan a un acuerdo acerca de los gastos generales del estado.

"Los cuidadores familiares tienen un rol importante en la fibra social y económica de nuestro estado —un rol que puede causar estragos en cuanto a los recursos físicos, emocionales y financieros de los cuidadores—", dijo Rosanna Márquez, presidenta de AARP Illinois (en inglés).

"Es una vergüenza que la batalla del presupuesto estatal haya creado una situación que podría dificultar aún más el trabajo de los cuidadores al recortar los servicios de los que ellos dependen para obtener ayuda", dijo ella.

AARP lucha activamente en contra de estos recortes.

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