Los cuidadores familiares (informales) en la mayoría de los casos son la única alternativa que tienen las familias puertorriqueñas para proveerle una vida digna, independiente y activa a sus seres queridos mayores. Sobre medio millón de puertorriqueños apoyan a sus familiares y seres amados con grandes sacrificios personales y económicos.
Cuando alguien conocido cae víctima de una estafa lo primero que le escuchamos decir es: “nunca pensé que esto me podía pasar a mí”. No podemos olvidar que los criminales desarrollan tácticas cada vez más sofisticadas incluso para las mismas viejas estafas. Entonces, ¿cómo puedes proteger tu dinero y evitar caer en “los pescaítos”? Para que no “te duermas como el camarón y no te lleve la corriente” mantente alerta a estas estafas comunes:
Querido cuidador y cuidadora: te propongo una reflexión. Cuando escuchas la palabra cuidar, ¿qué te viene a la mente? ¿Velar por el bienestar de nuestros seres queridos? ¿Cumplir con la responsabilidad de conservar las condiciones de vida de un familiar o conocido? ¿Garantizar que alguien con su salud comprometida pueda vivir mejor? ¿Acaso no vienen a la mente palabras como ‘sacrificio’, ‘bondad’, ‘responsabilidad’ y ‘obligación’?
AARP se mantiene activo ante todos los frentes en el tema de la concesión de beneficios del Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés) del Seguro Social para los residentes de la Isla. El caso “U.S. vs. Vaello-Madero” planteó este derecho y tanto el Tribunal de Distrito Federal como el Circuito de Apelaciones coincidieron en que los residentes de Puerto Rico deben tener este beneficio.
Con una merma poblacional de 11.8% desde el 2010, los resultados preliminares del Censo 2020 evidencian un aumento acelerado en la tendencia de envejecimiento en Puerto Rico. Esto requiere acciones urgentes para adaptar nuestras estructuras sociales, gubernamentales y de servicios y, con este objetivo, AARP abogó para que el Gobernador declare la Orden Ejecutiva 2021- 042, que crea el Grupo Asesor sobre la Política Pública de Envejecimiento y Asuntos del Adulto Mayor.
La discriminación es un germen que afecta la vida de todos, no importa la forma que tome ni cómo se disfrace, pues siempre vulnera la dignidad humana y los derechos fundamentales de las personas. Se llama racismo cuando se margina por consideraciones de raza o etnia. Se llama machismo cuando el sujeto de ataque es la mujer. Se llama homofobia o transfobia cuando la intolerancia va dirigida hacia la diversidad sexual y de género. Finalmente, se llama edadismo cuando el discrimen es motivado por la edad.