AARP Eye Center
por Jody McPhillips
Con hambre en el West End aborda el problema del hambre entre los adultos mayores en la comunidad del West End en Providence, un área de suma pobreza profundizada por la recesión. Esta serie intenta darle una cara al problema del hambre entre los adultos mayores en el West End y en todo Estados Unidos y darles voz a quienes responden al desafío de alimentar a las personas que pasan hambre. Esta es la segunda parte de la serie. Comienza aquí con la primera parte.
¿Cuántos residentes mayores de Rhode Island pasan hambre?
Una deducción fundada es que la cantidad supera los 5,000, pero son solo conjeturas.
A diferencia del ingreso, que se puede reducir a un número, el hambre tiene altibajos. Las personas pueden estar bien alimentadas una semana y pasar hambre a la siguiente y, de hecho, esto ocurre a menudo, cuando las personas con ingresos fijos se quedan sin dinero para llegar a fin de mes.
Y a muchos adultos mayores no les gusta decir que pasan hambre, así que no aparecen en las encuestas.
“Algunos se avergüenzan de admitir que necesitan comida —explica Andrew Schiff, director ejecutivo del , executive director of the Rhode Island Food Bank. “Existe un estigma vinculado a esto”. Mira nuestra entrevista con Andrew Schiff.
Algunas cifras pueden aclarar la situación.
Los adultos mayores de bajos ingresos pueden resultar elegibles para el SNAP (Programa Suplementario de Asistencia Nutricional), el nuevo nombre para los cupones o las estampillas de alimentos. El programa puede brindar varios cientos de dólares al mes para ayudar a las familias a comprar alimentos, aunque el beneficio del adulto mayor promedio es de $91 por persona.
Pero, ¿lo solicitan?
Las personas que alimentan a quienes pasan hambre dicen que no lo creen. Apuntan a estudios nacionales que muestran que menos de una de cada tres personas de 60 años o más que resultan elegibles solicitan el SNAP. Eso es de acuerdo a la organización sin fines de lucro Feeding America En todo el estado, alrededor de uno de cada cuatro hogares recibe beneficios del SNAP.
Rhode Island hace un seguimiento de la cantidad de personas que sufren "inseguridad alimentaria" (es decir, que no siempre se pueden darse el lujo de comprar suficiente comida y podrían tener que reducir el tamaño de la porción o saltarse comidas), pero no clasifica a esa población en función de la edad.
AARPRI
Con hambre en el West End - Serie de video
AARPRI
En el 2012, Rhode Island ocupó el primer lugar en Nueva Inglaterra en la inseguridad alimentaria, con 67,000 hogares o unas 167,500 personas, de acuerdo con el informe de situación 2012 del hambre en Rhode Island del banco de alimentos. Además, "la cantidad de residentes de Rhode Island que ayudaron en despensas de alimentos aumentó un 10% el año pasado", declara el informe.
En general, dos de cada cinco hogares que pasan necesidades alimentarias se quedarán sin comida por completo en algún momento del año y sufrirán hambre, expresó Schiff. (El resto recortará las comidas para hacer durar su dinero o bien se preocupa por tener que hacerlo).
Dos de cada cinco de los 167,500 son casi 42,000 personas pero, ¿cuántos son los adultos mayores?
Según la DEA (División de Asuntos para la Vejez), el censo nacional indica que Rhode Island tenía 1,069,725 residentes en el 2006. De ellos, 194,533 (o un 18.2%) tenían 60 años o más. El 18% de 42,000 serían 7,560 adultos mayores que pasan hambre pero, como mucho, eso es una aproximación.
La cifra verdadera podría ser menor, pero lo más probable es que sea mayor.
En general, la participación del SNAP aumentó considerablemente. En el 2007, había 79,405 residentes de Rhode Island inscritos en el programa; en el 2012, la cifra se había duplicado a más de 175,000.
Maria Cimini, del Feinstein Center for a Hunger-Free America del proyecto SNAP Outreach de University of Rhode Island dice que el aumento se puede atribuir a tres cosas: "Primero, me gustaría pensar que el proyecto Outreach está haciendo un buen trabajo. Pero, además, ha habido muchos cambios en el programa que han aumentado la elegibilidad y alcanzado a algunas poblaciones nuevas. Y hemos simplificado la participación en el programa".
Cimini, que también es una representante estatal demócrata cuyo distrito se encuentra en Providence, dice que el formulario de solicitud de 16 páginas —que intimidaba a los adultos mayores— se ha reducido a un documento de tres páginas. También destaca que la participación de los adultos mayores está en aumento a medida que disminuye el estigma de aceptar lo que antes se conocían como estampillas o cupones para alimentos aunque, en algunos casos, se debe simplemente a la situación desesperante que deja a los adultos mayores sin alternativas.
Mira a Maria Cimini explicar quién resulta elegible para el SNAP y cómo el proyecto SNAP permite que muchas personas, incluidos los adultos mayores, tomen conciencia sobre el programa.
Watch
Maureen Maigret de la Senior Agenda Coalition of Rhode Island dice que los adultos mayores de Rhode Island no son un grupo rico. "Si ves el ingreso por hogar, el promedio para la vivienda de personas de 65 años o más en el 2010 era de $33,192 —observa—. Eso no es mucho."
En el West End, conformado por casi un 65% de hispanos, las cifras hablan por sí mismas:
Mira nuestra entrevista con Maureen Maigret.
Otra serie de cifras indican que las personas no aprovechan al máximo el programa SNAP.
El DHS (Departamento de Servicios Humanos) dice que, en función del ingreso, alrededor de una de cada cuatro (257,788 personas en todo el estado) resultan elegibles para el SNAP. Con una participación actual de 175,000, eso significa que unas 83,000 personas no están participando en el programa.
El programa SNAP no es la única manera en que las personas con estrés económico pueden poner comida sobre la mesa.
El estado cuenta con más de 200 despensas de alimentos, congregaciones de comida y cocinas comunitarias, muchas a cargo de organizaciones religiosas. A medida que la economía se ha debilitado, su negocio se ha disparado. Schiff, de RI Food Bank, dice: "La cantidad de personas atendidas en las despensas de alimentos ha aumentado de manera significativa en los últimos años, de 38,000 al mes en el 2008 a 66,000 en la actualidad".
Quienes administran las cocinas y despensas dicen que ven entrar a muchas personas mayores y las cifras continúan en aumento. Dicen estar más preocupados por las personas que no ven, aquellas que podrían estar muy frágiles o enfermas para dejar sus hogares.
Muchas de ellas, por supuesto, reciben asistencia de Meals on Wheels, que brinda entre 1,650 y 1,700 comidas al día a los adultos mayores y, la mayoría de esas comidas, se entregan a domicilio. También suministra comidas preparadas a ocho centros para adultos mayores en Providence y Little Compton.
"La mayoría de nuestros clientes son mujeres", cuenta Heather Amaral, directora ejecutiva de la oficina estatal. "Meals on Wheels no depende de los recursos, sino que uno puede resultar elegible si tiene 60 años o más" para recibir comida a domicilio y más de 55 años para las congregaciones de comida.
"El año pasado, servimos unas 37,000 comida en ocho congregaciones y 383,000 a domicilio".
William Flynn, de Senior Agenda Coalition of Rhode Island, dice que mientras los gobiernos estatal y nacional luchan con los déficits presupuestarios, la red de seguridad para los adultos mayores se reduce justo cuando aumentan las necesidades.
Rhode Island, señala, tiene el mayor porcentaje del país de residentes de 85 años o más. Y mientras a muchos los cuidan sus familias o los ayudan los programas sociales, cada vez más no tienen esa suerte.
Por ejemplo, "es claro que en el West End están los adultos mayores de menores ingresos en (Providence)", dice. Y, sin embargo, "hay programas mínimos en el West End para adultos mayores".
Mientras que las comunidades más ricas han sido capaces de compensar los recortes de fondos con donaciones privadas, expresó, por lo general ese no es el caso en las áreas de bajos ingresos.
"Cuando uno no tiene un centro para personas mayores robusto en esa zona, con tantas personas mayores de bajos ingresos, se crea un problema para el estado también porque no se tiene un sistema de entrega" para los programas que existen —explica—. La época en que los trabajadores sociales iban puerta a puerta quedaron en el pasado, lamentablemente".
Siente que muchos de nosotros creemos que con Medicare y el Seguro Social, el problema de la pobreza entre los adultos mayores está resuelto, pero no es así.
"Existe un descuido de la importancia de muchos adultos mayores de bajos ingresos, muchos de los cuales están aislados —dice Flynn—. No se ve como un problema social importante. Necesitamos más defensores en nuestra legislatura que realmente entiendan que cada vez habrá más y más adultos mayores de bajos ingresos". Mira la entrevista de John Martin a Bill Flynn.
SPACE
Con hambre en el West End
AARPRI
Episodio 1: Un problem creciente
Episodio 2: Cómo hacer más con menos
Episodio 3: Alimento para el alma
Episodio 4: Emergencia
Episodio 5: ¿Qué es asequible?
Episodio 6: Está bien
Episodio 7: Abundancia
Episodio 8: "Qué buen trabajo"
Explora la serie web de Jody McPhillips
Parte 1: El problema es simple, no así la solución
Parte 2: Alimentar a la gente que se avergüenza de pedir ayuda
Parte 3: Meals on Wheels alimenta a las personas confinadas en casa
Parte 4: Las despensas alimentan a todos
Parte 5: Se sirve comida y amistad en San Martín de Porres
Parte 6: Los nutricionistas ayudan a los adultos mayores a comer bien
Parte 7: A los 88, Theresa le da una nueva oportunidad a las estampillas para alimentos
Parte 8: Los voluntarios que ayudan de corazón reciben más de lo que dan
Noticias sobre el hambre
Recopilamos las últimas noticias y comentarios sobre el hambre en Estados Unidos (en inglés)
En espa ñol
Hambre en Estados Unidos: ¿Qué podemos hacer?
AARPRI