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Los meses invernales son época de celebraciones alegres con familiares y amigos, pero también pueden incluir un clima imprevisible y condiciones peligrosas para la conducción. La nieve, el hielo negro, la niebla y los anocheceres tempranos son algunos de los retos de conducción que quizás tengas que enfrentar en esta temporada.
¿Pero cuál es tu primera línea de defensa y la manera más fácil de asegurar un invierno sin percances en las carreteras? Alistar tu automóvil para el invierno. Por suerte, acondicionar la mayoría de los vehículos para el invierno es sencillo y requiere poco más que mantenimiento rutinario, lo cual te permitirá pasar más tiempo disfrutando de los placeres de la estación. Prepárate para la temporada de conducción del invierno con estos cinco consejos.
1. Escucha: si has estado oyendo cualquier ruido poco usual al conducir, ¡asegúrate de ver de dónde proviene! Un nuevo comienzo debe mantenerte seguro en el camino durante la temporada de nieve. Si has oído que los frenos te rechinan o hacen otros ruidos poco comunes, es el momento de chequearlos. Si tus frenos hacen ruido, verifica el líquido de frenos. El líquido de frenos atrae humedad, la cual podría congelarse en el invierno y causar problemas de transporte. Cuando el frío empiece, asegúrate de cambiar el líquido de frenos para comenzar el invierno con líquido de frenos fresco y seco (que no contenga agua) en el sistema. No te olvides de usar líquido de frenos de alta calidad, pues será más rentable para prevenir problemas invernales para tu auto. Así tendrás un sistema seco protegido de la humedad y el óxido durante el invierno. Consejo adicional: trata bien al freno de mano. El uso excesivo del freno de mano durante el invierno puede llevar a fatiga en el equipo y podría hacer que el rotor se fusione con las pastillas de freno.
2. Ponlo a punto: programa un chequeo de invierno para tu vehículo. Haz que un técnico capacitado inspeccione tu vehículo y se concentre en las partes que son vulnerables durante el invierno, como la batería, el motor y los frenos. Asegúrate de que el técnico también chequee el sistema de climatización de tu auto y verifique que las luces funcionen correctamente y que tu sistema de escape no tenga fugas. El invierno es un buen momento para que reemplaces los limpiaparabrisas, instales escobillas para la nieve más sólidas y revestidas de caucho e instales llantas para nieve para tener mejor tracción.
3. Limpia: hazle una “limpieza de invierno” a tu vehículo, por dentro y por fuera. Es bueno comenzar con un lavado básico de automóviles para estar seguro de que el exterior esté preparado para el aluvión de nieve y sal, y que las luces y el espejo no estén bloqueados por el sucio. También puedes cambiar tus alfombrillas por alfombrillas impermeabilizadas para que no se vuelvan resbalosas en días de nieve. De mayor importancia, vacía el baúl para abrir espacio para suministros de la temporada invernal, como un raspador y una pala por si acaso. Limpia los objetos que se hayan acumulado en los asientos y espacios para almacenar, aspira el interior y pásale un trapo al tablero de instrumentos. De mayor importancia, vacía el baúl para abrir espacio para suministros de la temporada invernal.
4. Abastécete: mientras que siempre deberías tener un kit de emergencia para la carretera en tu vehículo, el invierno es el momento de revisar el contenido y añadir lo necesario para esa temporada. Aprovisiónate con lo esencial cotidiano: linterna, luces de bengala, botiquín de primeros auxilios, cables de arranque para baterías, kit de herramientas, toallas de papel, líquido para limpiaparabrisas adicional y comida y agua embotellada. Asegúrate también de empacar artículos más específicos para el invierno, como manta, sombreros y guantes, cepillo para nieve, raspador de hielo, cadenas para las llantas, pala para nieve y hasta una bolsa de sal o polvo absorbente para mejorar la tracción en caso de que se atasque una llanta. También conviene mantener un par de botas de invierno en el baúl por si necesitas salir de tu vehículo durante una emergencia.
5. Pon gasolina: siempre mantén el tanque de gasolina por lo menos lleno hasta la mitad. En los meses de invierno, un tanque de gasolina vacío corre el riesgo de congelarse, mientras que un tanque más lleno previene que se acumule la humedad y hasta aumenta el peso de tu vehículo de manera beneficiosa. Además del tanque de gasolina, cambia el aceite si ya hace falta y verifica que el tanque del anticongelante esté lleno y contenga la mezcla adecuada (aproximadamente una mezcla 50/50 de agua y anticongelante).
Entender cómo preparar tu vehículo para condiciones meteorológicas severas puede protegerlos a ti, a tus pasajeros y a tu automóvil. Pero el clima invernal también requiere conducir con cuidado.
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Julie E. Lee es vicepresidenta y directora nacional de AARP Driver Safety en el grupo de Educación y Difusión de AARP. Ella dirige el mayor curso de actualización para conductores en Estados Unidos diseñado para conductores de 50 años o más. Puedes contactarla por correo electrónico, en jelee@aarp.org.