Cómo lograr que tu comunidad adapte medidas amigables para la integración y comodidad de las personas mayores

Por Veronica Zaragovia

Ken Reinhardt hace poco visitó a Joy Cooper, alcaldesa de Hallandale Beach, en su oficina en el ayuntamiento y compartió algunos consejos sobre cómo lograr que el pueblo sea más cómodo y habitable.

"El secreto es encontrar socios. No se trata de rediseñar carreteras", dice Reinhardt, que agrega que no es necesario gastar millones de dólares o emprender proyectos importantes para lograr que una comunidad sea amigable con las personas mayores. Por ejemplo, él sugiere que Zumba, cuya sede nacional se encuentra en Hallandale Beach, podría ser uno de los socios para promover el ejercicio de los adultos mayores.

Cooper mostró interés y afirmó que lo investigaría.

Reinhardt, de 75 años y voluntario en el Consejo Ejecutivo de AARP Florida, ha estado conduciendo por el condado de Broward, instando a los alcaldes y administradores de ciudades a postularse a la Red de AARP de Comunidades Amigables con las Personas Mayores (en inglés).

"Cuando me jubilé, sabía que deseaba hacer algo útil y retribuir a la comunidad", dice Reinhardt, un exingeniero que vive en Coral Springs. "Me identifico con este trabajo. Puedo desempeñar un papel en la efectuación de cambios".

Las ciudades, pueblos u otras localidades que deseen unirse a la red pueden presentar una solicitud (en inglés) a AARP, en la que describen sus planes para una población que está envejeciendo. Estos podrían incluir mejorar las señales en las calles o carreteras; calles más seguras y fáciles de transitar a pie; o actividades públicas asequibles para ayudar a los adultos mayores a socializar.

Hasta ahora, AARP tiene en su red a 78 comunidades por todo el país que pueden aprender y motivarse entre sí. La red de AARP es la filial estadounidense de la Red Global de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, de la Organización Mundial de la Salud.

Cuatro de las comunidades están en Florida: el condado de Sarasota, Tallahassee, Winter Haven y Cutler Bay. Los defensores están trabajando para persuadir a Jacksonville y a varias otras municipalidades del estado a unirse también.

Los investigadores del estado pronostican que para el año 2030 la población de Florida habrá aumentado casi unos 5 millones. Las personas de 60 años o más conformarán casi un 60% de este aumento de la población.

 

Una ola demográfica

"No basta quedarse sentado sin hacer nada y dejar que este tsunami de cambio demográfico, literalmente, suceda sin primero hacer algo para prepararnos para ello", dice Steve Rankin, director del programa del Consejo Comunitario de Jacksonville. La organización sin fines de lucro tiene unos 70 voluntarios trabajando en cuestiones tales como la vivienda y el transporte, como parte de su proyecto Re-Think Aging (Reconsideremos el Envejecimiento).

El condado de Sarasota, que tiene el porcentaje más alto de residentes de 85 años o más de Florida (un 4.8%), fue la primera comunidad de Florida en unirse a la red de AARP.

"Todos deseamos que nuestros esfuerzos tengan éxito" en hacer que Sarasota sea una comunidad amigable con las personas mayores, dice Kathy Black, profesora de gerontología en la University of South Florida Sarasota-Manatee. "La creación de una comunidad amigable con las personas mayores necesita la participación de todos: el pueblo, el gobierno, las organizaciones benéficas y las empresas".

Black está orgullosa de la resolución tomada por el condado de Sarasota el año pasado, la cual anima a los constructores a participar en un programa de diseño universal.

Esto significa construir hogares con características tales como marcos de puertas lo suficientemente anchos para acomodar a las sillas de ruedas, entradas sin escalones, y tiradores de palanca para las puertas, en vez de pomos redondos, para ayudar a las personas con artritis u otros impedimentos físicos. Los constructores reciben un sello de certificación y podrían cumplir los requisitos para obtener permisos por la vía rápida.

En Winter Haven, Cari Herrington preside el Consejo sobre el Envejecimiento de Calidad, que busca maneras de hacer la comunidad más habitable para los residentes mayores.

"Deseamos asegurar que la infraestructura se adapte al envejecimiento", dice Herrington. Dio ejemplos: bordes de aceras más bajas y señales en las intersecciones que les "hablen" a los peatones que podrían tener dificultades para leer las señales de las calles.

"Nuestra meta es mantener presente estas cuestiones en las mentes de los que toman decisiones para que aparten dinero en los presupuestos para ellas e incluyan las adaptaciones amigables con las personas mayores en sus planes para el futuro", dice ella.

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