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Con hambre en el West End – Parte 4: Las despensas alimentan a todos

por Jody McPhillips y John Martin

Con hambre en el West End aborda el problema del hambre entre los adultos mayores en la comunidad del West End en Providence, un área de suma pobreza profundizada por la recesión. Esta serie intenta darle una cara al problema del hambre entre los adultos mayores en el West End y en todo Estados Unidos y darles voz a quienes responden al desafío de alimentar a las personas que pasan hambre. Esta es la cuarta parte de la serie. Comienza aquí con la primera parte.
En el núcleo del West End, en un rincón silencioso del sótano de la Iglesia Bautista Ebenezer, hay comida todos los miércoles. Es una de las maneras en que sobreviven los adultos mayores del West End.

"La cantidad de familias se ha triplicado, creo, en los últimos años. La iglesia busca cubrir esa necesidad", dice el pastor Carl Balark. Las personas que van a la despensa "son o no parte de la congregación. Viven en el barrio. Saben que hay comida disponible y vienen a buscarla".

Balark está orgulloso de su congregación pero, en especial, elogia a los diáconos George Garedo y Ben McClary. En nuestra visita a la despensa de Ebenezer nos explicaron que, en promedio, atienden a alrededor de 65 familias del West End cada semana. Garedo y McClary dicen que a muchos adultos mayores los llevan sus amigos o parientes y esperan en el auto para recibir comida. Esto, dicen, les hace pensar en las necesidades insatisfechas de los adultos mayores confinados en sus viviendas.



Reina Prarra, de 73 años, sabe exactamente cuánto dinero tiene para llegar a fin de mes y cuáles son sus gastos. Tiene que pagar el alquiler, el seguro del auto, la electricidad, el gas y las minucias que surgen.
Jubilada de su empleo como técnica en joyería, recibe $869 al mes.

No es suficiente.

Así que estira su dinero con una visita semanal a la despensa de alimentos a cargo de Open Table of Christ, 1520 Broad St. Nativa de la República Dominicana, llegó a Rhode Island hace 26 años y se hizo ciudadana de EE.UU. después de haber vivido aquí durante dos décadas.

"Esta es la única despensa a la que voy", dice, y la comida que recibe literalmente le impide pasar hambre. "Haré lo que pueda —para hacerla durar una semana, afirma—. Cocino menos, cocino platillos simples".

La despensa de OTC opera dos veces a la semana y atiende a cientos de personas de Washington Park, South Providence y el West End. Las más de 200 despensas del estado dividen sus territorios por código postal para no duplicar sus esfuerzos. OTC es responsable del 02905 y el 02907.

Janice Luongo

Janice Luongo supervisa Mary House, la despensa en la parroquia de San Patricio, ubicada en Smith Street, prácticamente a la sombra de la Cámara de Representantes Estatal. Dice que su pequeña despensa y las comidas congregadas una vez a la semana atraen a las personas de todas partes de Rhode Island, incluido el West End. Hay que agregarla a las personas que se preocupan por los adultos mayores aislados que no pueden llegar a las despensas. Ha intentado entregar comida a domicilio, pero algunas personas de bajos ingresos vivían junto a una casa de venta de drogas. O algo peor. En el West End, eso es dificultoso y hasta arriesgado. Ella y una voluntaria recientemente le llevaron comida a una mujer mayor que vive sola y está en silla de ruedas. "Lo que le pedí es que hubiera alguien abajo, en la puerta".

Nunca se sabe, dice Luongo, y agrega que no le resultan desconocidos los barrios difíciles, ya que ella misma era una drogadicta que vivía en las calles cercanas, en Federal Hill.

"No hubo problemas (con la entrega). Y pensé que tal vez deberíamos hacer entregas solo a quienes están confinados en casa". Es fácil de decir, pero encontrar voluntarios para hacer este trabajo en los suburbios sería un desafío enorme. "Si mira los comedores comunitarios y las despensas de alimentos, la mayoría de los (voluntarios) son mayores. No va a lograr que una persona de 60 o 70 años venga en el auto conmigo hasta la casa de alguien en South Side, Mount Pleasant, West End, East End, vaya donde vaya".

Es similar al desafío que enfrenta Meals on Wheels, en particular en el West End. Para Meals on Wheels, la seguridad del voluntario significa contratar choferes de pago para trabajar en los barrios más necesitados. Y esos costos se restan de lo que puede gastarse en comida. Mira la entrevista de John Martin con Janice Luongo.

Quienes frecuentan las despensas dicen que la comida es importante, pero el saber que hay un lugar donde ir en busca de ayuda puede ser igualmente importante.

"Lo principal, creo, es la comida —dijo un usuario que no quería que lo identificáramos—. Siempre existe el miedo a quedarse sin alimentos o a saber de dónde provendrá la próxima comida".

Las ofertas varían de semana a semana en las despensas, pero la mayoría de los usuarios dice que la calidad es buena. OTC, que cuenta con congeladores y refrigeradores, puede ofrecer pollo y otras carnes, cuando están disponibles.

Del otro lado de la ciudad, en Sta. Teresa de Ávila, los voluntarios de la despensa se encontraban en un lugar temporario mientras esperaban que el nuevo edificio estuviera listo a mediados del 2013. Eso limitaba las ofertas de pan y productos horneados, frutas y verduras y comidas preparadas que se ofrecían esa mañana. En un día promedio, incluía pizzas, sándwiches y ensaladas de pollo elaboradas de Trade Joe's.

Yvonne Patalano

Allí conocimos a Yvonne Patalano, una usuaria regular que visita la despensa en su silla de ruedas motorizada. Como enfermera jubilada, vive en su casa con sus dos hijos solteros adultos. El dinero escasea, pero la comida de Sta. Teresa le ayuda a sobrevivir. Ciertos meses son mejores que otros, pero algunos los describe como "horrendos", con el presupuesto alimentario "casi en cero" al final del mes. Cuando se le pregunta cómo sobrevive, se encoge de hombros y señala los estantes de la despensa. Las opciones no importan, aclara. "No importa, siempre y cuando lo pueda conseguir". Mira nuestra entrevista con Yvonne Patalano.

Sta. Teresa es inusual, porque abre cinco veces a la semana. Los lunes y viernes se ofrecen pan, frutas y verduras y comidas preparadas, mientras que de martes a jueves hay alimentos enlatados y en cajas.

Lorraine Burns



"Asistimos a unas 7,200 personas al mes —cuenta Lorraine Burns, directora del centro durante los últimos 15 años—. Alrededor de 420 tienen 65 años o más". Dada la desaceleración de la economía, dice, "la mayor diferencia que veo es gente profesional, como maestros, un par a la semana". También ve muchos abuelos que viven en familia y ayudan a cuidar de niños pequeños. Un problema común, señala, es que los adultos mayores a menudo hacen sacrificios en silencio si los niños en su hogar tienen hambre. Mira nuestra entrevista con Lorraine Burns.

En el West End Community Center, la directora de Servicios Sociales Olivia Martínez cuenta con una pequeña despensa desde su oficina. Al no tener refrigeración, ofrece frijoles enlatados, arroz, cereal y otros artículos que no se echan a perder.

"En general, la gente viene una vez al mes —cuenta—. Trabajamos con áreas en el West End. Si alguien viene desde afuera de esa área, los ayudamos, pero los enviamos al lugar correcto para la próxima vez".

Martínez dice que muy pocas personas intentan defraudar al sistema y casi todos los que administran despensas están de acuerdo. "La gente viene porque necesita comida". Los días más ocupados, reciben unas 60 personas y estima que el 35% son adultos mayores. Muchos son hispanos, así que almacena bastante arroz. "Intento que cambien del arroz blanco al integral —explica—. Buscamos animarlos a comer de manera saludable".

Si necesitas comida o buscas ofrecerte como voluntario, puedes encontrar una lista de las despensas de Rhode Island, su información de contacto y sus horarios aqu í.

 

Con hambre en el West End

AARPRI
Episodio 1: Un problem creciente
Episodio 2: Cómo hacer más con menos
Episodio 3: Alimento para el alma
Episodio 4: Emergencia
Episodio 5: ¿Qué es asequible?
Episodio 6: Está bien
Episodio 7: Abundancia
Episodio 8: "Qué buen trabajo"

Explora la serie web de Jody McPhillips
Parte 1: El problema es simple, no así la solución
Parte 2: Alimentar a la gente que se avergüenza de pedir ayuda
Parte 3: Meals on Wheels alimenta a las personas confinadas en casa
Parte 4: Las despensas alimentan a todos
Parte 5: Se sirve comida y amistad en San Martín de Porres
Parte 6: Los nutricionistas ayudan a los adultos mayores a comer bien
Parte 7: A los 88, Theresa le da una nueva oportunidad a las estampillas para alimentos
Parte 8: Los voluntarios que ayudan de corazón reciben más de lo que dan

Noticias sobre el hambre
Recopilamos las últimas noticias y comentarios sobre el hambre en Estados Unidos (en inglés)

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Hambre en Estados Unidos: ¿Qué podemos hacer?

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