Intentan satisfacer la falta de atención primaria

Ilana Panich-Linsman for AARP

P or Thomas Korosec

Cuando Elizabeth Ellis, enfermera especializada, abrió la B.I.S. Community Clinic el año pasado, se convirtió en la primera proveedora de atención primaria en el pequeño pueblo de Bedias en más de 80 años. "La salud en las zonas rurales es la razón por la cual me hice enfermera especializada", dice Ellis, de 53 años.

El invierno pasado, durante la temporada de gripe, atendió a unos 160 pacientes al mes, la mayoría menor de los 15 o mayor de los 50 años, casi todos del condado rural Grimes.

Los enfermeros especializados acreditados como Ellis, conocidos como APRN, son expertos en la atención primaria y preventiva y las leyes del estado de Texas los reconocen por su capacitación exhaustiva. Los APRN están capacitados para diagnosticar y tratar a pacientes por necesidades médicas específicas, incluidos los chequeos anuales, las vacunas y enfermedades tales como la gripe.

Pero las leyes del estado les prohíben recetar medicamentos a no ser que contraten a un médico, frecuentemente a un alto costo, que le delegue autoridad para recetar los medicamentos y revise regularmente los historiales médicos de sus pacientes.

Ellis, que ha estado ejerciendo su profesión por 23 años, sostiene que el mandato no es necesario y las tarifas que paga por la supervisión de un médico —en total, $800 al mes— podrían usarse de mejor manera en apoyo de su clínica.

AARP Texas y 20 otras organizaciones a lo largo del espectro político, incluidos grupos empresariales, hospitales rurales y comités de expertos, apoyan las propuestas para ponerle fin a ese reglamento; dichas propuestas no se lograron aprobar en la sesión legislativa del 2017.

"Hay muchas necesidades que nuestro sistema de atención médica no puede satisfacer. Tienen que haber otras opciones", dice Blake Hutson, subdirector estatal de AARP Texas. Señala que en 22 estados, incluido Nuevo México y la mayoría de los demás estados occidentales, los enfermeros especializados tienen autoridad plena en sus consultas.

 

LOS MÉDICOS SE RESISTEN AL CAMBIO

Deane Waldman, director del Center for Health Care Policy en la Texas Public Policy Foundation, un comité de expertos conservativos, dice: "Pensamos que eximir a nuestros enfermeros APRN de este requisito aumentará el acceso a la atención médica para aquellas personas que encuentran difícil o no pueden recibir dicha atención. Opinamos que esto no tendrá un efecto fiscal negativo en los médicos".

Los grupos de médicos se han opuesto a darles más independencia a los APRN, una postura que ellos sostienen se basa en la seguridad de los pacientes. "Los enfermeros sencillamente no saben lo que no saben. Hay limitaciones programadas en su capacitación", escribió el doctor Don Read el año pasado, en aquel entonces presidente de la Texas Medical Association, en el sitio web del grupo.

Los APRN no son "sustitutos de médicos" porque los médicos completan mucha más capacitación clínica, agrega él.

Pero Waldman, cardiólogo pediatra jubilado, dice que "pruebas científicas irrefutables" en más de 100 artículos de revistas médicas y de enfermería demuestran que los APRN ejercen su profesión de manera muy segura y a los pacientes les va bien bajo su cuidado.

Millones de residentes rurales y de las zonas pobres de los centros de las ciudades carecen de atención médica porque los médicos no abren consultas en esas áreas o no aceptan el seguro de Medicaid, dice Waldman. "Autorizar a los enfermeros para que puedan ejercer su profesión independientemente solo ayudará a los pacientes".

Ellis está de acuerdo. Entre la población principalmente de mayor edad que ella atiende, "muchos no han atendido su salud por mucho tiempo, o solo lo hacen esporádicamente. Padecen muchas enfermedades crónicas y problemas de salud.

"Tan grande como es el estado de Texas, tan grandes como son nuestras necesidades de atención médica, necesitamos actualizarnos para el futuro", agrega ella. — Thomas Korosec

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