AARP Eye Center
Por Cynthia Pasquale
Después de sufrir un leve ataque cardíaco en julio y desarrollar coágulos de sangre en su pierna y pulmón izquierdos, a Vivian Stovall le tomó un mes recuperarse. Pero seguía débil, con mucho dolor e inflamación en la pierna, sobre la que no podía apoyarse por más de unos cuantos minutos a la vez. Las tareas cotidianas —cocinar, limpiar, lavar la ropa— le resultaban imposibles de realizar.
La residente de Denver, de 68 años, encontró ayuda a través de la Area Agency on Aging (AAA, Agencia del Área sobre Envejecimiento) local, que presta servicios a adultos mayores vulnerables y a las personas con discapacidades que desean vivir en sus hogares el mayor tiempo posible.
Un proveedor de cuidado personal se ocupa regularmente de los quehaceres del hogar y ayuda a Stovall con otras necesidades. Stovall ha utilizado un servicio de transporte para llegar a sus citas médicas, y un defensor del pueblo la ayudó a navegar el complicado sistema de cuidados de salud.
Todos estos programas fueron "mi salvación", dice Stovall. "Si no hubiera tenido estos servicios, no sé qué hubiera hecho. No hubiera podido funcionar muy bien".
Pero esos servicios, que ayudan a más de 40,000 personas a través de las 16 agencias AAA del estado, pueden estar en peligro. Aunque la economía de Colorado se ha recuperado de una recesión profunda, la constitución del estado incluye una declaración de derechos del contribuyente, comúnmente conocida como TABOR, que limita el gasto público y no permite que los gobiernos estatales y locales aumenten las tasas de impuestos sin la autorización de los votantes.
Cuando los ingresos totales del estado exceden el límite TABOR calculado, el estado debe devolver el excedente a los contribuyentes.
'Una gran nube negra'
"Llevamos años intentando aumentar los fondos para estos programas que de por sí están infradotados, pero este año no estaremos luchando por un aumento; tendremos suerte si no nos recortan el presupuesto", dice Kelli Fritts, directora estatal de defensa de derechos, de AARP Colorado. "TABOR es como una gran nube negra sobre todo".
Este año se les debe devolver $189 millones a los contribuyentes. Sin embargo, el plan presupuestario del gobernador John Hickenlooper (demócrata) estima un déficit de unos $373 millones, en parte debido al aumento en los costos de la educación y Medicaid.
Mientras tanto, la presión demográfica aumentará. El estado prevé reembolsos TABOR futuros al mismo tiempo que se estima que la población de 65 años o mayor se más que duplique en los próximos 25 años, a unos 1.5 millones de residentes. Es posible que se necesiten más servicios públicos.
A lo largo de los años se ha intentado muchas veces anular TABOR —incluidas una propuesta a plebiscito y una demanda judicial pendiente— sin mucho éxito.
Varias organizaciones nacionales de defensa de derechos están preparando informes sobre la salud fiscal del estado y el envejecimiento de la población mientras se preparan para solicitar fondos adicionales. Una coalición independiente, Building a Better Colorado (Construyendo un mejor Colorado), ha estado organizando reuniones en las comunidades del estado, en busca de datos sobre la manera en que se gastan los fondos estatales, con la esperanza de formular sugerencias para cambios que podrían ponerse a votación este año.
Sin una solución, las personas como Stovall pueden encontrarse en el limbo si se recorta el presupuesto para los programas de las agencias AAA. Sus ingresos jubilatorios son demasiado altos para cumplir con los requisitos de Medicaid. "Las personas como yo que no están cubiertas por Medicaid parecen ser ignoradas y se pierden en las batallas políticas", dice Stovall.
Los defensores afirman que cuesta mucho menos permitir que las personas se queden en sus hogares con un poco de ayuda, que lo que cuesta respaldar el programa Medicaid.
Los servicios de prestación de cuidados en el hogar y las comidas diarias de Meals on Wheels (en inglés), un programa de comidas a domicilio, cuestan unos $390 al mes, mientras que los reembolsos por el cuidado a largo plazo a través de Medicaid cuestan aproximadamente $4,800 al mes, dice Jill Eelkema, gerente de recursos para el envejecimiento y discapacidades en el Denver Regional Council of Governments.
"Mantener a una persona fuera de Medicaid por un año ahorra unos $50,000", dice Eelkema.
"Pero si recortamos los servicios comunitarios, o si aumenta la demanda pero no recibimos fondos adicionales, entonces un mayor número de personas tendrá que depender de servicios mucho más costosos."
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