Querido cuidador y cuidadora: te propongo una reflexión. Cuando escuchas la palabra cuidar, ¿qué te viene a la mente? ¿Velar por el bienestar de nuestros seres queridos? ¿Cumplir con la responsabilidad de conservar las condiciones de vida de un familiar o conocido? ¿Garantizar que alguien con su salud comprometida pueda vivir mejor? ¿Acaso no vienen a la mente palabras como ‘sacrificio’, ‘bondad’, ‘responsabilidad’ y ‘obligación’?
La discriminación es un germen que afecta la vida de todos, no importa la forma que tome ni cómo se disfrace, pues siempre vulnera la dignidad humana y los derechos fundamentales de las personas. Se llama racismo cuando se margina por consideraciones de raza o etnia. Se llama machismo cuando el sujeto de ataque es la mujer. Se llama homofobia o transfobia cuando la intolerancia va dirigida hacia la diversidad sexual y de género. Finalmente, se llama edadismo cuando el discrimen es motivado por la edad.
No importa en qué etapa del cuidado de un ser querido te encuentres, estas agencias y organizaciones locales pueden ayudarte a que tu labor sea más fácil
Hay una realidad que siempre está ante nuestros ojos, pero usualmente no le prestamos la importancia que merece. Y es que debe reconocerse el valor de las mujeres mayores como el eje de nuestros hogares y nuestra sociedad. Por una parte, muy pronto los mayores de 50 años en Puerto Rico seremos el 40% de la población y proporcionalmente cada vez son más las mujeres mayores. Al presente, esto significa que más de la mitad de los 1.2 millones puertorriqueños mayores de 50 años son mujeres.